CUANDO DIOS PENSÓ EN NOSOTROS


1Juan 1:1-4
Lo que era desde el principio, lo que hemos oído,
lo que hemos visto con nuestros ojos,
lo que hemos contemplado y palparon nuestras manos
tocante al Verbo de vida. (1Jn 1:1)

Suelo pasar por momentos que llamo “grises”, en los que me pregunto ¿Qué hago aquí? ¿Por qué continúo? ¿Vale la pena?
No se si todos los pasan, imagino que si.
Todo se desdibuja.
Nuestras metas parecen imposibles de alcanzar.
Ahí me doy cuenta que es tiempo de reacomodar mi vida, que algo se salió de su lugar.
Me vienen a la mente las palabras de un libro, que siempre han sido como las de un amigo que me exhorta.
“(…) quiero que tu vida sea tan bella como lo era en la mente de Dios la primera de vez que Él pensó en ti” *
¡Cristo!” * Así pensó en nosotros por primera vez. ¡No solo para que supiéramos como es Dios mismo, sino para que conociéramos la imagen de cómo debíamos ser!
Desde mi conversión Juan ha sido mi apóstol favorito, si es que esto es posible.
Su evangelio fue el que más me conmovió.
¡Era como ver a Jesús orando por mí!
"Pero no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, (Jun 17:20)”
Después de algún tiempo al leer “Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús. (Jun 13:23)” sentí que habían sido escritas para recordarnos que así nos quería Dios, viviendo recostados en su costado.
Es decir en una profunda intimidad. En un profundo conocimiento.
No se puede amar lo que no se conoce.
Nuevamente la exhortación de Dios para que desaparezcan los “grises”.
El secreto para ser ese que Dios pensó, es mantener mi comunión con Él.
“Cuanto más se convierta Él en la fuerza orientadora de mi pensamiento y sentimientos, tanto más me asemejaré a Él en mis actos y mis reacciones.”*
Así recuerdo cuando estoy viviendo en un tiempo “gris”, que mi problema no son los demás, el problema SOY YO!
Recuperar eso que Dios quiere que seamos es fácil. Arrepentimiento, perdón, aceptación, y el amor inalterable de Dios presente para ¡comenzar de nuevo!
Juan convivió con él.
Nosotros tenemos la maravillosa posibilidad de conocer hoy su presencia y poder en una íntima amistad que transforma nuestras vidas.
Tenemos al dador de la vida que puede reproducirse en nosotros.
“Viviente Señor y Cristo, Dios con nosotros: Tú nos creaste y viniste a nosotros para hacernos como Tú hoy. Queremos que nuestra vida sea tan bella como lo era en tu mente la primera vez que pensaste en nosotros. Amén”*
*CUANDO DIOS PENSÓ EN USTED - LLOYD JOHN OGILVIE

Comentarios